sábado, 5 de octubre de 2013

Aprende a Regatear

Seguí estos consejos para conseguir un buen precio sin ofender a los lugareños.

En algunos países, como Egipto, discutir el precio es cosa de todos los días, y el regateo se aplica a casi cualquier cosa, desde las habitaciones de hotel hasta los imanes para heladeras. Hasta en los negocios, donde los precios están indicados con claridad, es habitual buscar un descuentito. Por empezar, cuando uno hace comprar en los mercados de cualquier país regatear es fundamental, a menos que uno esté dispuesto a pagar mucho más de la cuenta. No pierdas la calma y acordate de esto: es un juego, no una pelea.

Regateo en Egipto


  • La regla principal es no demostrar demasiado interés en el producto que querés comprar. La segunda regla es abstenerte de comprar lo primero que te atraiga. Date una vuelta y averiguá otros precios, pero que no sea muy obvio porque, si no, cuando vuelvas al primer negocio el vendedor se va a dar cuenta de que es porque vende más barato que los demás. 
  • Decidí cuánto te parecería bien pagar y después mostrate ligeramente interesado en comprar. El vendedor te dice un precio y ahí empieza el regateo. Le tirás una cifra un poco más baja de la que tenés en mente. Forzosamente, el comerciante refunfuña porque "le parece absurdo" y te dice cuál es su "piso". Si no llega a tu precio, insistí, siempre sonriendo. En Egipto, a veces te sirven té o café como parte del ritual del regateo, pero aceptar no te compromete a comprar. Si no conseguís el precio que querés, andate. En muchos casos, así se logra que la venta se concrete a tu favor. Sino, no te preocupes: hay miles de negocios en los bazares.
  • Se considera de muy mala educación ofrecer un monto, hacer que el comerciante acepte y después cambiar de idea o tratar de bajar aún más el precio. Así que cuidate de no hacer eso.
  • Si logras bajar el precio, nunca te sientas culpable. Ningún vendedor, diga lo que diga, vende por debajo del costo.