sábado, 21 de septiembre de 2013

Colonia, Montevideo y Swing

Desde Buenos Aires, Colonia está apenas a un Buquebus de distancia (en trayectos de 50 minutos). Ir a Colonia del Sacramento es una aventura en donde cada calle, cada casona, cada ventana encierra un capítulo de historia. La ciudad fue colonizada por portugueses y por españoles, que disputaron la localidad por un siglo y medio. En la Calle de los Suspiros esa vuelta al pasado se intensifica. Piso irregular de piedras, casas antiquísimas, ventanas ovaladas dan textura a todo el cuadro. Vivir este ambiente es una experiencia increíble. Mención especial al río de la Plata y a las luces de Buenos Aires del otro lado del margen.



De Colonia a Montevideo la Estrada 1 va casi sin curvas por las margenes del Plata hasta que el río vira a mar, justamente en las alturas de la capital. La cuidad, de 1,3 millones de habitantes, posee una gran rambla y el Mercado del Pueblo, en el centro histórico de la capital, son puntos turísticos.

Nadie va a arrepentirse de hacer estos programas. Por otro lado, Pocitos se asemeja al barrio porteño de Palermo; con sus calles paralelas y arborizadas y una playa de río, es el lugar en que todo sucede.

Villa del Cerro logró mantener su aura de viejo poblado de inmigrantes. No hay ningún morador que no ostente orgullo de vivir allí. Fuerte General Artigas en el alto del cerro Montevideo, y el Parque Vas Ferreira son lugares con historia y la mejor vista de la ciudad, teniendo como protagonista el Plata en sus momentos finales.



La Ciudad Vieja, por fin, es el lugar mas lleno de swing de Montevideo. Es allí donde se juntan los grupos (comparsas) de candombe, ritmo afrouruguayo que es preservado por la población negra del país, descendiente de los esclavos que llegaron a Uruguay en la segunda mitad del siglo XVIII. Sonidos producidos con tres tipos de tambor contagian a los espectadores, que, en la confusión que se arma, se van mezclando con las danzarinas en medio de la calle.

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